martes, 15 de junio de 2010

ATRAPADO

Hola me llamo Luis y soy un empleado de una oficina normal y corriente de empresa de ordenadores. Vivo solo bueno vivo con mi gato y mi perro no me gusta ponerles nombres me cuesta recordarlos .
Me había tomado unas vacaciones este puente y me voy al Caribe pero no iba solo sino con mi perro y mi gato.

Tenia ganas de vacaciones y llegué al aeropuerto tres horas antes de mi vuelo. Por fin llego la hora y le di a la chica el billete. Me monte en el avión. me acomode en el asiento y mire por la ventanilla un señor me llamo por detrás:
- Perdona este es mi asiento.
Miré su billete y efectivamente era el suyo pero el mio también. se lo comente a la encargada cuando e avión se empezó a mover. ella me dijo que este no era mi avión. El corazón me dio un vuelco y pensé: me tiro del avión con tal de salir de aquí.
suplique que pararan el avión ella me dijo que ya era demasiado tarde y que me sentara.

A parís, me iba a parís no me lo podía creer.
Allí me quede en el aeropuerto de parís atrapado .
Tuve que poner a mis mascotas a pedir dinero por lo menos para volver a Madrid. es una buena anécdota para contar. Mi historia viaja ahora por Internet.

lunes, 14 de junio de 2010

LA NIÑA DE HENG-SHUI

Os voy a contar mi historia, no es una historia normal, pero merece la pena contarla porque así se sabrá lo que sufrimos en esa época. Me llamo Nai-Cheng tengo 73 años y vivo actualmente en Pekín con mi hija.
Todo empezó en el 14 de agosto de 1944, un día nublado en el poblado de Heng-Shui, un pueblo pacífico que se situaba al sur de china, era por la mañana temprano y yo dormía, aunque mi abuelo, solía decir que en estos tiempos es mejor dormir solo con un ojo cerrado debido a que estábamos en plena 2ª guerra mundial y los estadounidenses no paraban de atacar pueblos del sur de China, oí unos ruidos que me parecieron extraños levante la cabeza y vi una sombra en la puerta, me abrace a una bufanda que hice con mi madre. Me asomé y vi a mi padre entrar con cajas de fruta y carne. Cada tiempo viajaba durante un día a varios pueblos para comprar comida y ropa
-Me has asustado...- dije medio dormida
-Lo siento hija sabes que vuelvo tarde.
Volví a la cama, bueno volví al suelo porque dormíamos debajo de una mesa con dos mantas, dormíamos mi hermano y yo. Cuando me fui a tumbar oí un sonido fuerte como un disparo, salí al pasillo corriendo asustada y un hombre alto y blanco me cogió en brazos, iba vestido como un militar si no recuerdo mal…no hizo falta que nadie me explicara que pasaba al ver a mi padre rodeado de un charco de sangre. No eran estadounidenses sino alemanes, mi abuelo me había contado que los alemanes eran peores y encerraban a la gente que no era como ellos. Los reconocí al ver la esvástica de las SS. Recuerdo que lloré, lloré desconsoladamente como si fuera el último día de mi vida.
Me llevaron en la parte de atrás de un todo terreno como si fuéramos un equipaje y a mi hermano en otro. Pronto montamos en un avión en un pueblo que ya habían destruido puesto que la zona del sur de china era famosa por tener aviones. Dormí en el avión pero mal, me sentía asustada y con ganas de saber donde íbamos y que hacia yo en ese avión. Sabía que iba a morir no sabía como ni por qué pero me metalicé. Llegamos al campo de concentración me pareció rarísimo, veía a la gente delgada sucia y pobre. Allí conocí a Abraham un chico de mi edad muy amable que me ayudo a salir de allí. Estuve allí 3 años no os cuento lo que paso porque, que os voy a decir fue todos los días lo mismo. Lo que me pregunto todavía es porque no nos mataron lo antes posible. El 17 de octubre de 1947 nos trasladaron a otro sitio, nos pusieron en filas y nos daban latigazos para que anduvieramos. A la gente del campo le daba igual que les mataran, torturaran o lo que sea. Abraham siempre llevaba una navaja suiza consigo y ese fue el motivo por el que pudimos salvarnos y seguir nuestra vida juntos. Al salir del campo de concentración se armó barullo pero poco tiempo. Los nazis no perdían mucho tiempo con dos personas que desaparecen.
A los dos años me quede embarazada de alba mi hija y tiempo después se acabo la guerra y murió Hitler. El tiempo en la aldea y en el campo de concentración se me paso muy lento pero el tiempo con Abraham se me paso rápido. Parece que fue ayer cuando oí el disparo que mato a mi padre.
-¿alguna otra cosa que comentar?
-No, ha sido un placer declarar aquí.

lunes, 8 de marzo de 2010

CABALLO ARABE NEGRO

Yo tenia 7 años cuando me empecé a interesar por el mundo de la hípica. En los países árabes era muy poco común lo de la hípica, pero viajaría por Europa América... viajaría por todo el mundo con mi caballo que por cierto me iba a comprar esta semana.


-A ver hijo, ¿cual eliges?


-no se... padre... tendré que pensarlo..


-vale hijo... piénsalo..


Estuve un rato mirando caballos y no me gustaba ninguno.


-Padre no hay ninguno que me interese.


-No pasa nada hijo,iremos a otro sitio.


No había muchos sitios mas donde comprar, así que le dije antes de irnos:



-Espera padre, quiero echar otro vistazo por si acaso...

-Vale te espero en el 4x4.

Allí en el desierto nos movíamos en siempre en todo terreno.

Los volví a mirar todos y ninguno... fui a una parte de detrás donde no había estado antes y... lo vi , era pequeño,pelo negro, brillante

-DIEZ AÑOS DESPUÉS

El avión aterrizo en Londres a las 10:56 de la mañana, mi caballo viajaba en los compartimentos. el ya estaba acostumbrado a viajar en avión.

Las carreras de caballos me apasionaban y quedaba siempre en muy buena posición.

Sonó el disparatazo de salida, mi caballo y yo estábamos preparados salimos y cuando estábamos en la segunda curva una piedra salto al ojo de mi caballo y el tropezara y nos cayéramos al suelo.

Mi caballo no sobrevivió, pero yo si. no volví a tener un caballo ni a participar en carreras de hípica. Ese caballo se quedo grabado en mi corazón.

jueves, 28 de enero de 2010

EL AVIÓN

Oí el sonido de la voz de la señora que informaba de la salida de los vuelos en el aeropuerto:
-El vuelo con destino a Hong-Kong saldrá en 10 minutos.
Le había prometido a mi novia un regalo de allí (aunque no iba a tener mucho tiempo puesto que era un viaje de negocios), y le compré un secador de pelo pero no en Hong-Kong que eran muy caros y con muchos botones. En el aeropuerto le compré uno que no estaba nada maly de una marca china pero con nombre inglés, Team se llamaba la marca. Lo guardé en una bolsa que me dieron y fui a montarme en el avión.
-Su billete por favor.
-Si tome- le enseñé el billete.
-Pase por favor
Subí al avión y me di cuenta de que era enorme.
busque mi asiento y me senté a esperar para ver cuándo despegábamos, me puse a escuchar música para matar el tiempo, de pronto vi como el avión se llenaba.
-Señores, abrochensé los cinturones, vamos a despegar.
Pensé que era la misma voz de antes pero no era así puesto que vi a la azafata decirlo por el megáfono.
Despegamos y ya llegamos bastante alto, pero sonó un sonido que no me pareció nada bueno. De repente vi cómo un trozo de avión se desprendía del ala y chocaba contra la chapa y le hacía un buen agujero. Vi cómo el trozo del avion donde había chocado el ala se desprendía del resto llevandose consigo al vacío a unas personas.
-¡Que no cunda el pánico! No se revuelvan quedense en sus asientos y abrochensé los cinturones para su seguridad-dijo una azafata.
Noté que el avion se tambaleaba , sabía que el no íbamos a salir de allí, pero, de pronto el avión se paró de tambalear y noté cómo bajábamos suavemente. Me tranquilizé al saber que aterrizábamos. Estuvimos varios minutos locual se me hizo una espera infernal, pero al poco tiempo el motor se paró y caimos en picado.Toda la metralla desprendida del avión se clababa en la gente matándola. Fui corriendo a la cola del avión, lo que creí correcto, pero de pronto chocamos y una fuerza inmensa me empujó hacia delante y creí que todo había pasado. Busqué desesperadamente una salida y cuando la vi corri hacia ella. Me costaba correr puesto que llebaba la bolsa del secador y una pequeña maleta. Ya iba a salir cuando uno de los depósitos de gasolina explotó tirándome al suelo. Noté cómo me ardía la ropa y yo también se me cayó la bolsa de el secador al suelo abriéndose y saliendo las instrucciones al fuego. Estaba inmóvil y sentía que me moría. Las instrucciones se quemaron y yo con ellas.