jueves, 28 de enero de 2010

EL AVIÓN

Oí el sonido de la voz de la señora que informaba de la salida de los vuelos en el aeropuerto:
-El vuelo con destino a Hong-Kong saldrá en 10 minutos.
Le había prometido a mi novia un regalo de allí (aunque no iba a tener mucho tiempo puesto que era un viaje de negocios), y le compré un secador de pelo pero no en Hong-Kong que eran muy caros y con muchos botones. En el aeropuerto le compré uno que no estaba nada maly de una marca china pero con nombre inglés, Team se llamaba la marca. Lo guardé en una bolsa que me dieron y fui a montarme en el avión.
-Su billete por favor.
-Si tome- le enseñé el billete.
-Pase por favor
Subí al avión y me di cuenta de que era enorme.
busque mi asiento y me senté a esperar para ver cuándo despegábamos, me puse a escuchar música para matar el tiempo, de pronto vi como el avión se llenaba.
-Señores, abrochensé los cinturones, vamos a despegar.
Pensé que era la misma voz de antes pero no era así puesto que vi a la azafata decirlo por el megáfono.
Despegamos y ya llegamos bastante alto, pero sonó un sonido que no me pareció nada bueno. De repente vi cómo un trozo de avión se desprendía del ala y chocaba contra la chapa y le hacía un buen agujero. Vi cómo el trozo del avion donde había chocado el ala se desprendía del resto llevandose consigo al vacío a unas personas.
-¡Que no cunda el pánico! No se revuelvan quedense en sus asientos y abrochensé los cinturones para su seguridad-dijo una azafata.
Noté que el avion se tambaleaba , sabía que el no íbamos a salir de allí, pero, de pronto el avión se paró de tambalear y noté cómo bajábamos suavemente. Me tranquilizé al saber que aterrizábamos. Estuvimos varios minutos locual se me hizo una espera infernal, pero al poco tiempo el motor se paró y caimos en picado.Toda la metralla desprendida del avión se clababa en la gente matándola. Fui corriendo a la cola del avión, lo que creí correcto, pero de pronto chocamos y una fuerza inmensa me empujó hacia delante y creí que todo había pasado. Busqué desesperadamente una salida y cuando la vi corri hacia ella. Me costaba correr puesto que llebaba la bolsa del secador y una pequeña maleta. Ya iba a salir cuando uno de los depósitos de gasolina explotó tirándome al suelo. Noté cómo me ardía la ropa y yo también se me cayó la bolsa de el secador al suelo abriéndose y saliendo las instrucciones al fuego. Estaba inmóvil y sentía que me moría. Las instrucciones se quemaron y yo con ellas.